Claudia Isabel Navas: “As orquídeas eram consideradas como peças únicas, ao nível das obras de arte e das pedras preciosas”
Etiquetas: Claudia Isabel Navas, Colômbia, Orquídeas
___________________________________________________________________________________A artista colombiana Claudia Isabel Navas, a convite da Embaixada da Colômbia em Portugal, apresentou no Jardim Botânico de Ajuda de 21 a 26 de Outubro de 2021 – sob o nome “Colômbia, Terra de Orquideas” – o resultado de um projecto de cooperação internacional sobre orquídeas entre a Colômbia e a França, levado a cabo desde 2016. A Casa da América Latina conversou com a artista sobre este projeto.
– Nació en Colombia pero salió del país de niño para acompañar a sus padres. ¿De qué manera esta distancia con su país natal determinó el hecho de dedicarse a estudiar el arte y la cultura hispanoamericana?
CIN : Nos fuimos a vivir en Inglaterra porque mi papá recibió un fellowship en la universidad de Cambridge. Sus investigaciones estaban dedicadas al siglo diecinueve y en particular a los movimientos emancipadores de las antiguas colonias españolas y a la Revolución francesa. También se interesaba por las expediciones botánicas como las de Alexander von Humboldt et la de José Celestino Mutis. Durante las meriendas nos daba « cátedra » gratuita ya que nuestro vecino era venezolano, Sergio. Mi papá podía sentarse a hablar horas y horas con él. Mientras yo jugaba en el jardín que compartimos con nuestros vecinos, los oía hablar.
Mi mamá nos hablaba mucho de Colombia, sus paisajes y sus habitantes. Yo tenía 6 años y no regresamos a Colombia sino hasta mis 11 años. Pero, esos años fueron decisivos para mi formación artística porque nos llevaron a visitar muchas ciudades europeas-mi mamá había sido guía scout y le encantaba llevarnos a acampar. Así, visitamos las penínsulas itálica e ibérica, por ejemplo. Viajamos hasta Austria, Checoslovaquia, las dos Alemanias, (en 1983). Luego, viajamos a Escandinavia, Bélgica y Francia-todo en la camioneta de la familia con guía propio (mi papá) que conocía cada ciudad como la palma de su mano. París, jugó un papel determinante en mi destino porque al visitar los museos sentí algo muy particular con el arte pictórico y arquitectónico : Versalles, el Louvre frente al Centro Pompidou recientemente inaugurado. Italia también fue determinante : Venecia, Florencia, Roma, el Vaticano y Pompeya. En Londres, las piezas de teatro con sus súper producciones musicales pero también los clásicos shakesperianos por excelencia que tuvimos la oportunidad de ver me llenaron la imaginación de fantasías. En Madrid y en Andalucía la experiencia fue increíble con las zarzuelas y en el sur los tablados y artes ecuestres. En la casa me encantaba inventar piezas de teatros y los domingos le imponía a mi familia algunas repeticiones disfrazada y de inventos propios-Yo vivía en mi propio mundo.
– Su padre es historiador y su madre socióloga. ¿Su profesión está ligada de alguna manera a este entorno cultural y familiar en el que creciste?
CIN : Si, mi profesión es el resultado de este tour europeo que acabo de mencionar así como de las preocupaciones históricas y sociales de cada uno de mis padres y que tuvieron una incidencia en mis propias inquietudes. Mi mamá que estaba muy ocupada con los hijos siguió una capacitación en enseñanza del Yoga. Al regresar a Colombia, enseñaba en un salón que se hizo construir en el jardín de la casa. Ella también iba a las prisiones para mujeres y le enseñaba a niños con problemas de aprendizaje y autistas. Esos años que viví en Colombia fueron también muy importantes porque a mi mamá-por el tema de su formación como guía scout y de profesora de yoga-tenía una relación muy particular con la naturaleza y el campo. Nos llevó a acampar en los alrededores del Orinoco, de San Agustín, del Caribe y otros lugares maravillosos de Colombia.
Por otro lado, nuestra vecina en Colombia era la antropóloga Nina de Friedemann, especialista de las culturas afro-colombianas y quien junto a otros intelectuales de Colombia tuvieron un impacto consecuente en la reforma constitucional de Colombia en 1991 y el reconocimiento de una Nación multicultural. Cuando me fui a los 18 años de mi casa a estudiar bellas artes en el School of the Art Institut of Chicago la cultura de los Blues y del Jazz me llamaron profundamente la atención y de ahí nació la colaboración con Nina de Friedemann en torno a las tradiciones de las comunidades afro-descendientes del litoral Pacífico de Colombia.
– En Estados Unidos, estudió Bellas Artes, video, performance, pero siempre trató de asociar el texto escrito con la imagen en los diversos proyectos que realizó. ¿Por qué?
CIN:
Cuando empecé a estudiar Bellas Artes, Sophie Calle y Cindy Sherman eran las grandes artistas del momento que más me inspiraron. El trabajo de Ed Ruscha también me llamaba mucha la atención, del texto, lo escrito, las imágenes y las representaciones de personajes. La obra sobre las personas con discapacidad visual llevada a cabo en Brooklyn por Sophie Calle (Les Aveugles, 1986) me conmovió profundamente. El libro Leviatán de Paul Auster, también es una gran influencia del momento. Así como artistas más lejanos como Vincent Van Gogh (sus cartas a su hermano Théo y su interés por los prisioneros y por los mineros) me inspiraron profundamente o Géricault quien realizó una serie magnífica de personas en asilos mentales y retratos psicológicos de los caballos (su pasión).
Siempre sentí la necesidad de escribir textos y colocarlos al lado de mis pinturas – me gustaba trabajar en series. Mi profesora de pintura, Michiko Itatani, me sugirió que hiciera videos y performance. Seguí su consejo sin tener mucha ilusión, porque yo consideraba que la tecnología nos alejaba del proceso creativo. Pero, en realidad, al cabo de un mes ya me había convertido al video arte y al performance.
– Nunca soltó su conexión con Colombia, tanto es así que su primer documental fue sobre culturas de origen africano en Colombia. ¿Cuándo apareció el interés por las orquídeas?
CIN: Mis obras siempre han involucrado un cierto nivel de investigación en los archivos que he podido consultar. Se lo debo seguramente al historiador que es mi padre y a quien vi trabajar en los archivos toda su vida. Uno de los proyectos en los que empecé a trabajar en mi maestría sobre Museología de las Ciencias en el Jardín des Plantes-Muséum national d’Histoire naturelle fue sobre los procesos de emancipación hispano-americanos. Aimé Bonpland tuvo nexos muy cercanos con Francisco Antonio Zea quien era un discípulo del doctor José Celestino Mutis, director de la real expedición botánica de la Nueva Granada. Cuando Zea fue nombrado director del Real Jardín Botánico de Madrid, los dos amigos que se habían conocido en Santa Fe de Bogotá, empiezan a comunicar por escrito desde París donde vivía Bonpland al regresar del periplo americano con Humboldt en 1804 y Zea en Madrid. Examinando las cartas entre los dos botánicos me encontré con un grabado precioso del artista de botánica, Turpin, quien trabajó para Humboldt también. Se trataba de una orquídea amarillita que se llama Oncidium pictum. Desde ese momento (2009) hasta ahora las orquídeas se han convertido en un vector para retornar a mi país natal, Colombia, así como poder hablar de la eminente necesidad de proteger los ecosistemas naturales de Colombia y del mundo en particular los páramos-presentes a lo largo de toda la cordillera de los Andes.
– Sabemos que la orquídea es la flor de Colombia, su país. Pero es mucho más que eso y ha sido objeto de estudio a lo largo de los años. ¿Quiere contarnos brevemente la importancia y significado de esta flor?
CIN:
Las orquídeas eran consideradas, hasta finales del siglo diecinueve como piezas únicas, al mismo nivel que las obras de arte y las piedras preciosas. Esto es desde el punto de vista estético.
Desde el punto de vista de la botánica, las orquídeas intrigaron a los sabios como Lineo, Darwin y Cattley y Triana Silva, precisamente por su complejo sistema reproductivo. El botánico José Jerónimo Triana Silva fue cónsul de Colombia en Francia a finales del siglo XIX. El vínculo entre Europa e Hispanoamérica siempre ha sido muy fuerte en el campo científico.
– Para aquellos que no tuvieron la oportunidad de visitar la exposición que estuvo en Lisboa, ¿qué nos puede decir? ¿Cómo nació la idea y de qué se trató?
CIN: La exposición Colombia, Terra de orquídeas, es una nueva fase de las instalaciones que hemos podido realizar con artistas como Ramón Laserna y Mario Alberto Pedraza y que resultaron de la misión de terreno que co-organizamos con el director de las colecciones de plantas tropicales del Jardín des Plantes-Muséum national d’Histoire naturelle, Denis Larpin. La primera exposición de “Luces de Orquídeas” fue realizada en un lugar único de París : la gruta artificial creada en el siglo diecinueve en el invernadero tropical del Jardín de Plantes. Este proceso fue muy interesante porque tuvimos que pensar en la forma de proyectar videos en un espacio que claramente no esta pensado para proyecciones. Philippe-Alain Michaud, conservador del departamento de Film del Centro Pompidou nos acompañó en esta reflexión técnica y conceptual. El sonido, Colombia, tierra de agua, fue creado para esta primera instalación y acompaña la obra en todas sus formas. Es el hilo conductor en realidad. La diferencia en Lisboa es que pudimos exponer las Impresiones de las plantas que es un manuscrito raro del viaje americano de Humboldt y Bonpland conservado en la Biblioteca del Institut de France.
– Actualmente vive en Francia, donde es historiadora del arte y museóloga. ¿Puede contarnos brevemente a qué se dedica?
CIN: Mi actividad es muy variada. Coordino los proyectos de cooperación internacional junto a la Asociación Enlaces Artísticos y ahora Cultura Orquídea. Y en el 2020-durante la crisis sanitaria- creé una estructura que se llama Cultura Orquídea en la que acogemos tanto a artistas como a terapeutas del arte, proponemos talleres para niños. También proponemos conferencias sobre naturaleza, arte y bienestar.
– ¿Quién quiere conocer y seguir su trabajo, qué debe hacer?
Esperamos regresar a Lisboa en el marco del año “Portugal-Francia / Francia-Portugal” con una nueva propuesta en torno a los herbarios. Los proyectos cuentan con sus websites / paginas Internet.
www.enlacesartisticos.org
www.cultura-orquidea.com (Instagram: cultura_orquidea)
y el personal : www.claudianavas.com
Mi email es : contacto@cultura-orquidea.com
Entrevista realizada por Raquel Marinho
Foto de cabeçalho: Instalação no Jardim Botanico de Ajuda – Inauguração – Foto de Catherine Vinay, Institut français