Conferência sobre OEA e democracia na região

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30 de Abril
18h30
Casa da América Latina
Entrada livre

A convite da Embaixada da República Dominicana em Portugal, Ivan Gatón vem à Casa da América Latina falar da ideia de democracia na América Latina e do surgimento da Organização de Estados Americanos (OEA). Na conferência, intitulada La Organización de Estados Americanos y la Aplicación del Principio Democratico, será abordada também a Resolução 19080, bem como a aplicação da Carta Democrática na Venezuela, na Bolívia, no Equador e nas Honduras.

Ivan Gatón Rosa é licenciado em Direito pela Universidade Tecnológica de Santiago e diplomado em Estudos Avançados de Direito Internacional e Relações Internacionais pela Universidade Complutense de Madrid. É ainda Mestre em Estudos Diplomáticos pela Universidade Católica de Santo Domingo.

Embaixador Adscrito do Instituto Superior de Formação Diplomática e Consular do Ministério de Relações Exteriores da República Dominicana, Gatón é actualmente director do Departamento de Relações Internacionais da Universidade do Caribe e professor no Mestrado em Defesa e Segurança Nacional do Ministério das Forças Armadas da República Dominicana.

Texto para contextualização da conferência:

“Desde su surgimiento, en la Conferencia Internacional de Bogotá, Colombia, llevada a cabo del 30 de marzo al 2 de mayo de 1948, la Organización de Estados Americanos tuvo como uno de sus principios fundamentales la preservación y promoción de los valores democráticos, a pesar de que, paradójicamente, los países de la región, en su mayoría, estaban viviendo bajo el yugo de abominables dictaduras.

Esta contradicción encuentra su explicación en la avasallante influencia de los Estados Unidos de América, país que fue el padre adoptivo de esta institución hemisférica con el objetivo de mantener su influencia en la zona, cuando se encontraba enfrentado a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en lo que el financista y consejero presidencial estadounidense Bernard Baruch denominara «guerra fría».

Dada la inocultable influencia de Estados Unidos, fue denominada por el Gobierno cubano Ministerio de colonias yanqui, después de la asamblea general de la OEA que se llevara a cabo en Punta del Este, Uruguay, para expulsar a Cuba por adoptar una forma de gobierno que no profesaba los valores que formalmente eran parte esencial del organismo, en el año 1962.

Un hecho que puso en dificultades a la OEA con su padre adoptivo fue el atentado que sufriera el presidente venezolano Rómulo Betancourt, el 24 de junio de 1960, del cual salió con serias quemaduras. Este fue organizado por la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo, que gobernaba la República Dominicana desde 1930. Debido a que el mandatario venezolano buscó comprometer a todos los presidentes democráticos del continente a romper relaciones y acosar diplomáticamente a regímenes no democráticos, entre ellos el de Trujillo.

Esta iniciativa venezolana, del 16 de agosto de 1960, encontró eco en una reunión de los ministros de relaciones exteriores del hemisferio, entre los que se encontraba el secretario de Estado Christian Verter. A contrapelo de la posición estadounidense, se aprobó una resolución que condenaba al gobierno dominicano por el atentado contra la vida de Betancourt e imponía la ruptura diplomática colectiva y el bloqueo económico.

Los Estados Unidos de América temían que las acciones extremas contra la República Dominicana habrían podido provocar la caída del régimen y crear un vacío de poder que hubiera sido llenado por el ejemplo que representaba el castrismo cubano.

Tres décadas más tarde, mediante la resolución 1063, aprobada en una asamblea general ordinaria realizada en Asunción, Paraguay, se confirió al secretario general de la organización, el brasileño Joao Clemente Baena Soares, el mandato para que estableciera la Unidad de Apoyo a la Democracia. El objetivo principal de esta unidad es mantener un programa que pueda responder diligente y eficazmente a los Estados miembros de la OEA que soliciten asesoramiento o asistencia para mantener o fortalecer sus instituciones y procedimientos democráticos.

Durante la asamblea general de la Organización de Estados Americanos celebrada en Santiago de Chile, en 1991, con el tema Compromiso de Santiago con la democracia y la renovación del Sistema Interamericano, fue aprobado un documento titulado Democracia Representativa, mejor conocida como Resolución 1080, creada para que sirviera de mecanismo efectivo ante la ruptura ilegal del orden democrático.

Como colofón a las medidas expuestas anteriormente, a principios del siglo XXI, América Latina, por medio de una asamblea general extraordinaria de la entidad hemisférica, acogió como parte del sistema interamericano la Carta Democrática Interamericana, firmada en Lima, Perú, el 11 de septiembre de 2001.

La aprobación de la referida Carta Democrática viene a convertirse en una especie de prevención a las consabidas dictaduras y golpes de Estado (325 en toda la historia de la región), en países que desde sus inicios como repúblicas independientes han ejercido una soberanía nacional precaria por las adversas condiciones geopolíticas y económicas bajo las cuales emergieron.

También, de forma pertinaz, se proyectan en el tiempo las debilidades que representan las delimitaciones fronterizas, hecho que pudo comprobarse en las votaciones a la secretaría general de la OEA, en que Perú y Bolivia, por la guerra del Pacífico o del Salitre (1879-1884) que les enfrentó a Chile, en la cual perdieron parte de su territorio, no votaron a favor del candidato chileno, José Miguel Insulza. Más de cien años después se sigue proyectando la infausta sombra de acontecimientos que, aparentemente, han marcado indeleblemente la memoria histórica de pueblos llamados a marchar unidos en un proyecto común que los integre y los fortalezca ante intereses extraregionales que en gran medida han medrado gracias a las pugnas internas de sus clases dirigentes.

En esta conferencia, esbozamos los precursores de la idea de Democracia, su desarrollo y enfoque holístico en América latina, el devenir histórico de la Organización de Estados Americanos, la aplicación de la Resolución 1080 y, finalmente, los casos en los cuales se ha aplicado la Carta Democrática, como son: Venezuela 2002, Bolivia 2002, Ecuador 2005 y el golpe de estado en Honduras, a José Manuel Zelaya Rosales, en 2009.”

 

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